Me he vuelto a encontrar con
Palmira.
¿Recuerdan?, la mujer que ayudó a los supervivientes del
avión americano Liberator B24 derribado en la playa de Langosteira.
Pues, por hechos misteriosos que
algún día igual cuento, esta mujer se me ha vuelto a aparecer en otro hecho con
connotaciones bélicas en las costas gallegas, más concretamente en la isla de
Ons.
Me cuenta Palmira un suceso
acaecido el 23 de diciembre de año 1959 en la costa de la isla de Ons, lugar
donde se produjo el hundimiento del submarino español de nombre General Mola,
cuando estaba siendo remolcado para su desguace y que merced a un temporal
encalla en la proximidad de la isla.
Se decide entonces volar el
submarino, con gran temor para las gentes del lugar, pues se temía que dentro
de la nave existiese algún tipo de producto contaminante. Superados los miedos, que por aquel entonces
de poco valían, se procede pues al volado y posterior subasta de los restos a
una empresa concesionaria que, realizando los trabajos pertinentes durante la
semana, dejaba la chatarra en los muelles de Bueu los viernes, con intención de
cargar los mismos el lunes próximo.
Es durante un fin de semana donde
aparece el conocido hombre bichicomiano propio de estos lares y mares, rapiñando
los hierros depositados; siendo los
vecinos denunciados y puestos a disposición judicial, pues se dio la casualidad
de que en cada casa había algún resto del maltrecho submarino.
Ahí, me cuenta Palmira, entró en
escena el cura párroco local, poder fáctico superior en los tiempos de nuestro
anterior Régimen, que aconsejará a sus feligreses alegar que:
- “fue el temporal quien arrastró
los hierros al mar” y “fueron los vecinos quienes recogieron de esa misma mar
los hierros (flotantes), pensando que eran restos del submarino que la mar
echaba”.
Desde entonces se dice que: “En Ons o ferro aboia” (En Ons el hierro
flota).
Para finalizar, y ya en palabras
mías, quisiera recordarles quién o qué era este submarino objeto de esta
historia.
Su nombre original era “Archimede”
y su lugar de fabricación Italia. Fue uno de los mejores de su tiempo, grande,
rápido, armado con 8 tubos lanza-torpedos, 2 cañones de 100 mm en cubierta y 2
ametralladoras de antiaereas de 12.3 mm. Tenía 70.2 metros de largo y 6.87 m de
ancho y fue construido en 1933.
Es en la Guerra Civil Española
donde realizará sus mejores servicios, siendo rebautizado como C3 (años después
será General Mola). Será pues, el bando llamado nacional quién solicita sus
servicios a la Italia de Mussolini, aunque aquí se dirá que fue un submarino
incautado al bando republicano.
El papel desempeñado en la
contienda fue fundamental, llegando a hundir tres mercantes (Granada, Cabo de
Palos y Hannah), un petrolero (Campero) y dañando gravemente otro mercante(Lena);
haciendo que el bando republicano tenga que desviar parte de su flota a la
protección de los mercantes soviéticos que les apoyaban.
Parte de sus restos todavía
descansan en las aguas del mar de Ons.
Gracias por su atención.
N.P.
Fuentes:
Palmira.
Que maravillosa raza la del bichicomiano .... no las paparuchas de hoy en día, que sí reciclaje, que si reutilización,que si sostenibilidad ... paparuchadas, donde esté un bichicomiano que se quiten las nuevas modas.
ResponderEliminarMuy buena entrada.
ResponderEliminarOns sempre tivo algo especial, dende o famoso Gurrumulo Prateado ao que se le aproveitaba a pel para facer bikinis de enorme valor, ata as avestruces illeiras que correteaban polas inmediacións do Campamento, sen esquecernos do mallador de polbos, do tensómetro das camas ou do famosísimo escamador de nocras.
ResponderEliminarA Illa de Ons é así!!!