No descubrimos nada al afirmar que esto de las fronteras no
son más que producto de los avatares de la historia humana sobre este su
planeta.
Hoy el mundo mira con expectación y cierto miedo lo que
sucede a ambas orillas del rio Pnieper con la "obligación" de situarse a favor o
en contra de uno de los dos bandos en conflicto. Es como dogma impuesto el que hay que tener
una opinión clara, y por supuesto sesgada, a fin de no dar tiempo ni
oportunidad a otra reflexión alternativa a la que nos vierten a través de unos
medios que mienten (veáse el ABC de hoy) y falsifican la realidad al antojo de
los que dirigen el poder mediático.
Es posible que se nos trate de prorrusos, antisistemas o
conspiranoicos en el sesgo que les damos a nuestros post. Lo aceptamos, aunque
no lo compartimos. Lo único que queremos como meros aficionados a la historia,
economía o geopolítica…., es hacer entender a quien nos lee el hecho que detrás
de una noticia radiada, televisada o escrita no hay solo un periodista, sino
una suma de intereses económicos, políticos y estratégicos que desean que usted
opine lo que ese medio (mass media) quiere que opine; ese medio y su poder sabe
que usted y nosotros tenemos poco tiempo para la reflexión e investigación; sabe
(porque nos han educado en ello) que nos gusta vivir “felices” con los trastos
que nos venden y que un titular con una imagen impactante marcará la opinión
que mañana tendremos al llegar a nuestro lugar de trabajo (si es que lo tiene).
Ayer noche han muerto 36 personas en Odessa. Semanas atrás se
viene escribiendo en ciertos foros que está ciudad será clave en el desenlace
de los graves sucesos que están pasando en Ucrania.
Debo confesar que he tenido que buscar esta ciudad en el mapa
para situarla en contexto, y me he dado cuenta de lo importante que es la
Geografía para tener una opinión mínimamente versada sobre cualquier suceso
actual o histórico.
Y es allí que por esos vericuetos inexplicables que nuestra
mente tiene, esta me ha llevado a recordar aquellos antiguos mapas que colgaban
de nuestras aulas de la extinta E.G.B.; apareciendo en mi memoria dos enclaves “misteriosos” que aparecían en el mapa
político de España. Son/eran como dos errores de imprenta que ciertamente no lo son
y que hoy aún existen; sus nombres son LLIVIA y VALLE DE VILLAVERDE.
LLIVIA es
un municipio de la provincia de Gerona incrustado totalmente dentro de Francia,
que por aquellas cosas de los poderes reinantes quedó fuera, debido a que no era considerada "village", de un pacto
franco-hispano llamado Tratado de los Pirineos que puso fin a una guerra allá
por el año 1659.
Y ahí sigue.
Y ahí sigue.
VALLE DE VILLAVERDE es un pedazo incrustado en la provincia de Vizcaya pero que administrativamente
pertenece a Cantabria por un pacto sellado en el año 1385 en el cual fue cedida
por el rey a Lope de Avellaneda por la ayuda de éste en una batalla de nombre
Aljubarrota, y por destinos de la historia paso años más tarde a formar parte del mayorazgo de
los Velasco, que eran originarios de Cantabria.
Y ahí sigue.
Y ahí sigue.
Existen
otros lugares similares en España: el más famoso es el Condado de Treviño; otro menos conocido es el El Rincón de Ademuz.
Son lugares
que en un pasado bien pudieron ser una Crimea, o en un futuro una Odessa.
El tiempo y
la Historia lo dirá.
N.P.
N.P.
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