Algún dia les hablaré del familiar de
un familiar excombatiente de la Guerra Civil Española y de la II Guerra
Mundial, algún día escribiré sobre que, sin conocerlo, a nuestro lado está la
Historia que nuestros hijos leen en libros de texto, sobre que aún siguen vivas
personas que lucharon en la batalla de Teruel o que participaron en la operación Barbarroja; personas que muy posiblemente no fueron del todo
conscientes de la magnitud de sus experiencias y de las cuales nosotros,
desgraciadamente, tampoco lo somos.
Algún día igual pego una entrevista
realizada a este excombatiente del frente ruso y de como habla de sus
experiencias de artillero, o de como fue reclutado, merced a su buena puntería
durante la G.C., para combatir en la División Azul.
Algún día igual comento como
describe el frio ruso, o igual añado la foto donde es galardonado con la cruz
de hierro, o igual describo como recuerda la sensación que sintió en una
batalla en Castellón al ser alcanzado por un bala que le atravesó la cara.
Pero mientras llega el día en que
tenga tiempo de escribir sobre ello, reflexionen sobre el hecho
de que grandes hechos de la Historia pasaron por nuestros pueblos dejando unas huellas que si bien el tiempo borró en gran parte, nosotros aún más ayudamos a su olvido.
de que grandes hechos de la Historia pasaron por nuestros pueblos dejando unas huellas que si bien el tiempo borró en gran parte, nosotros aún más ayudamos a su olvido.
Y a la vez que reflexionan, hagan volar su imaginación:
Imaginen que un día del verano de
1942 en Langosteira (Finisterre) un cuatrimotor americano Liberator B24 es
abatido por un buque alemán FW200
Cóndor durante un escarceo, y como 9 de sus 10 tripulantes son rescatados por embarcaciones
de la zona, siendo el único muerto un oficial de nombre Beckner, siendo este
enterrado en el cementerio local y siendo sus compañeros curados de sus heridas
en hospitales gallegos.
Imaginen
la anécdota de como uno de los supervivientes trataba de comerse unos papeles
en la casa una mujer de nombre Palmira, y de como besó las manos de esta cuando ella
les ayudó finalmente a quemarlos en su cocina.
Permítanme para finalizar, pegar la carta de agradecimiento del consulado americano para constatar que
estos hechos son reales y no producto de su imaginación:
“Sres. Hijos de Joaquín Rivas
Salazones.
Finisterre
La Coruña
Muy señores míos:
Constituye para mí una sagrada obligación el hacer
presente a ustedes, en nombre de mi Gobierno y en el mío propio, el
agradecimiento sincero por las cariñosas, humanitarias y desinteresadas
atenciones tenidas por ustedes con los miembros de la tripulación del avión
norteamericano llegados a ese puerto el 28 de agosto de 1943.
Con este motivo me es grato ofrecerles el testimonio
de mi consideración personal más distinguida y reiterarme afmo. y s. s.
q.e.s.m.
Leon L. Cowles
Vice
Cónsul de los Estados Unidos de América”
Foto: Juan Carlos Salgado
Consolidated B-24D Liberator
42-40104
“Old Bessie, The Contended Cow”
De izquierda a derecha y de arriba a
abajo:
1- Piloto: 1st.Lt. Frederic William McKinnon – O-416316
2- Co-Piloto: 2nd.Lt. Wayne B. Cooper – O-666150
3- Oficial de Derrota: 1st.Lt. John L.
Beckner - O-431802 - *Muerto
4- Bombardero: 2nd.Lt. Lawrence
E. Henneke – O-668945
5- Ingeniero: T/sgt. Robert C. Snell
- 14047969
6- Asistente del Ingeniero: S/sgt. J.W. Evans - 14046616
7- Radio/Op/Ametr: T/sgt. Joseph Jack Ritcher - 6564987
8- Radio/Op/Ametr: S/sgt. Lewis A. Rutkowsky - 39169439
9- Ametrallador: S/sgt. Carrol B. Hart - 14023990
10- Radio/Op/Ametr: T/sgt. Taylor F. Shaw – 38002972
PD: los restos de J.L. Beckner fueron
recogidos por sus familiares años más tarde. Los tripulantes del cautrimotor
fueron evacuados a través de Gibraltar. Su base estaba sita en Marruecos.
Lugar del accidente:
Mapa
hecho por D. Santiago Olansoaga para el informe oficial de 28/8/1943
Fuente:http://galiciaenlasgm.blogspot.com.es/2008/02/b-24-en-playa-langosteira-finisterre.html
http://www.diariodearousa.com/
Gracias por su atención (e imaginación).
N.P.
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