sábado, 14 de febrero de 2015

EL DINERO COMO ARMA

Conocí a Reyhard Heydrich a través de la novela Hhhh de Laurent Binet (premio Goncourt 2010) en la cual se describe la muerte del conocido como “carnicero de Praga” a manos de miembros de la resistencia checa.

  Resultado de imagen de los falsificadores heydrich

Hhhh era su acrónimo, traducido del alemán venía a significar algo así como: El cerebro de Himmler se llama Heydrich. Entre otros cargos del régimen nazi cabe destacar que fue jefe de la Gestapo, 2º de a bordo de las SS de Himmler y Protector de Bohemia y Moravia; cargo este último que lo llevó a la muerte en Praga.


De entre todos los cargos de máxima responsabilidad nazi, es a quien se le atribuyen las cualidades más crueles y perversas, se dice que incluso su jefe Heinrich Himmler le temía y se le supone como el máximo ideólogo de la llamada “solución final”.

Pero lo que me ha llevado a escribir unas líneas sobre este personaje  no fueron sus lúgubres hazañas, sino una operación que ordenó realizar y que guarda ciertas similitudes con los movimientos económicos de nuestra “querida” crisis. Su nombre fue Operación Bernhard.  

Esta operación consistía básicamente en tratar de hacer colapsar la economía inglesa generando hiperinflación a través de la máxima impresión de dinero falso. La correspondencia con las políticas de nuestros bancos centrales es que originalmente se trataba de introducir una masiva cantidad de dinero falso en toda la población, pero fue descartada por una acción más concentrada en la financiación de miembros nazis dentro de los aliados (que los había) y en el apoyo del contraespionaje.

El cambio de estrategia en el destino final de este falso dinero se debió a que Heydrich llegó a la conclusión de que soltado pasta a toda la población lo único que conseguiría es generar inflación pero manteniendo el orden social-económico; más o menos como que “los ricos seguirían siendo más ricos y los pobres más pobres”. Por ello se decidió que el destino final de las falsificaciones fuesen personalidades concretas que las blanquearían vía inversiones de todo tipo, y no la población en general.

¿Ven la analogía?

Para más información dos películas:

-"Los falsificadores” de Stefan Ruzowitzky (Oscar 2007 a la mejor película en habla no inglesa)

-“Siete hombres al amanecer” de Lewis Gilbert. 1975.



Neno Pucho.

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