miércoles, 3 de diciembre de 2014

ROMA CONTRA OS CASTREXOS CELTAS

Ayer noche en La 2 emitieron un documental sobre la cultura castrexa en el noroeste ibérico.Un pueblo cuyo fin tuvo lugar a manos de su conquista por parte del Imperio Romano.

Según el documental la llegada de los romanos al noroeste hispano coincidiría con el inicio de lo que pudo haber sido el nacimiento de un protoimperio castrexo, ya que parece que los castros habían empezado a mudar en lo que parecían ser unas ciudades-estado de mayor dimensión y poderío.

A continuación insertaré un par de escritos que Julio Cesar nos deja de su campaña de conquista de lo que los romanos denominaron como Gallaecia.

Pero antes, empezaremos por el discurso al senado de Roma de Marcio Publio Catón donde se reclama la vuelta de Julio Cesar a Roma por acusación  de enriquecimiento personal en su campaña contra los Herminios.


 

Roma. Año 61 A. C.
Senado de Roma. Discurso de Marcio Publio Catón.
Trascripción del latín de los archivos originales, hallados en la Biblioteca del Vaticano.


Senado de Roma. Padres conscriptos de la Patria. Príncipe del Senado, noble Escauro, os saludo.

Os hablaré, nobles caballeros de roma, de uno de nosotros. Uno cuyo linaje familiar presume de ser descendiente directo de la diosa Venus. Una familia que toma casi en mofa, el nombre del hijo del héroe Eneas, Iulo, en su denominación. El sobrino de los dos grandes tiranos de nuestro tiempo: Sila y Mario. El conocido como Cayo Julio César.

Como todos sabéis, buenos senadores, ese joven tiene una reputación granada. No he de mencionar aquí, padres conscriptos, que por toda Suburba se extiende la contabilidad de cuantos lechos ha mancillado ese joven César. Hombres y mujeres. Casadas y vírgenes vestales. Nada se escapa a su necia lujuria. Tampoco es menester, noble Cicerón, que os diga las enormes sumas que debía a los prestamistas en Roma, hasta que el noble Craso, con… ¿magnánima? bondad lo liberó de sus cargas, para pasar a ser su cliente.

No es preciso que os mencione todos los gestos de sobrada liberalidad que ha tenido tanto en sus cargos en Bitinia, donde sabemos que llegó a cultivar una entrañable amistad con el rey Nicomedes, como en la propia Roma, donde costeó el entierro de su tía Julia, y realizó numerosas obras públicas de su propio erario.

Incluso, en acción heroica, costeó una flota para vengarse de los piratas que secuestrándole le ofendieran, en la costa de Asia. Hecho por el cual, en su vanidad y egocentrismo, le premiasteis con la corona de roble que, por pura presunción, siempre y en toda circunstancia, porta.

No seguiré, padres conscriptos, enumerando las necias bravatas y los enormes estipendios que a costa de graves préstamos ha realizado el joven César. Son todos hechos conocidos, no seguiré en su descripción. Cayo Julio César está arruinado, es de conocimiento público. Ese muchacho sabe que al volver a Roma, los prestamistas le acosarán, y que pueden llevarlo a los tribunales por impago.

No os extrañará, por tanto, que os cuente que el joven César, ciudadano por otro lado brillante, haya tenido la ocurrencia de provocar una guerra en Hispania, al mando de su prefectura, para lograr acumular riquezas y botines con que volver a Roma y aplacar a sus acreedores.

Nos os resultará extraño, por consiguiente, que el gobernador de Itálica me haya enviado una carta –ésta carta- donde alerta del comportamiento del nuevo prefecto, Cayo Julio César, que con la excusa de ayudar a los pueblos del sur de Tagus (Río Tajo TdA), ha reunido un considerable ejército, y perseguido a la tribu hostil de los Herminios, más allá de la provincia romana, atravesando el río Duero, y llegando a los márgenes de zonas inexploradas.

Julio César debe ser llamado al orden. Cayo Julio debe ser traído aquí, a Roma, y ser juzgado por un tribunal por tratar de enriquecerse de forma personal gracias al ejército romano. Cayo Julio César debe ser amonestado por el Senado de Roma, y esa guerra ilegal detenida inmediatamente.

He dicho.


Carta abierta de Cayo Julio César, pretor de la Hispania Ulterior, dirigida al senado de Roma.
Trascripción del latín de los archivos originales, hallados en la Biblioteca del Vaticano.


Victoria!

Los dioses nos han sido favorables. Los Herminios han sido exterminados, en una dura batalla, en las Islas Cica, del extremo sur de la Gallaecia.

La Novena Legión, la llamada Hispana, se ha comportado de manera fiera y valerosa. Apenas hemos de lamentar bajas en nuestras filas, básicamente unos treinta muertos y diez heridos, frente a los más de tres mil guerreros herminios masacrados, civiles a parte.

Los cautivos han sido vendidos en el mercado de esclavos de Malaka (la actual ciudad de Málaga, TdA), obteniendo los réditos cuya tercia parte os envío, tal y como corresponde, para el Ager Públicus (el Erario o Hacienda Pública Romana, NdA). Mi gestor Casca, os facilitará todas las cuentas al respecto.

Os solicito formalmente que se realice un Triunfo por esta victoria, para mí y para la Décima, tal y como corresponde por nuestra tradición. A finales del verano, si dais el visto bueno, acamparemos en el Campo de Marte, para realizar nuestra entrada en Roma.

Dejaré tres cohortes, más sus correspondientes tropas auxiliares, en el campamento de Abohriga, junto a la villa celtíbera de Erizana, como medida de disuasión para los nativos, y como base de operaciones futuras en esa región. Los pueblos del valle son sociables, y muchos nos han solicitado formalmente tratados de amistad con el pueblo de Roma.

Parto con la flota hacia Gades, donde dejaré mi pretura, y tomaremos camino de Roma por el Mare Nostrum (Mar Mediterráneo TdA).

Senado Y Pueblo de Roma. Hoy es un día grande, una nueva victoria engalana los laureles de nuestra ciudad. Nuestros enemigos han sido destruidos.

 Hoc voluerunt (Ellos lo quisieron, TdA).



Del Diario de Mando de Cayo Julio César.
(Traducción libre del Autor)


Amanece prontamente.

Las cien naves están varadas en la playa, mientras que los soldados levantan unas empalizadas en un pequeño alto sin vegetación, y cavan trincheras donde se creará el campamento de campaña.

Los herminios se han hecho fuertes en lo alto de unas escarpadas rocas, y dados sus numerosos dardos y honderos, no va a ser tan barata la victoria, como previamente se podía esperar.

El acceso a la playa fue más sencillo de lo esperado. Nuestros arqueros limpiaron rápidamente la playa de enemigos, que como aguardaba, temían al fuego tanto como a la muerte.

Media cohorte realizó la formación de testudo (Tortuga TdA), y eliminó los restos de resistencia que aún se batían en una loma próxima.

 Han caído más de ciento cincuenta de sus hombres, y yo solamente cuento con tres heridos sin excesiva gravedad.

Construiremos un campamento fortificado durante el día de hoy. Aunque no calculo más de cuatro días para vencer a estos bárbaros, la previsión defensiva merece la pena. De comandantes confiados y de batallas victoriosas de antemano están las urnas funerarias repletas.

Estos lusitanos, más algunos celtas que se les han unido, forman un cuerpo de frente magnífico. En lucha inter paribus (Cuerpo a cuerpo TdA) son encomiables, pero carecen de organización tanto como exceden de motivación. Una estrategia limpia y no cometer errores graves deben bastar para alcanzar la victoria.

La moral de la tropa está alta. Todos confían que tras esta batalla en las Islas Cica (Islas Cíes, TdA), la vuelta al campamento de Balcagia sea una celebración. La tierra es fértil, los indígenas no nos son hostiles, y por doquier abunda la comida e incluso una especie de vino casero. Las mujeres de la comarca de Erizana son hermosas y eso ayuda a elevar el tono anímico de la tropa.

Dentro de tres semanas, si todos mis cálculos son exactos, devolveré a tiempo la flotilla al Gobernador de Gades, sin apenas bajas, y con un considerable botín.

Venus Victrix. (Venus Vicoriosa, TdA)





No hay comentarios:

Publicar un comentario