Alguien dijo a raíz de los
acontecimientos del 11S que el mundo no sería el mismo a partir de esa fecha. Entonces, como ahora y siempre, se le hizo
creer al pueblo lo que convenía con imágenes que valen por cualquier palabra.
Estos días es un niño muerto,
varado en solitario en la orilla de un mar. Al instante tu pensamiento te lleva
a imaginar que puede ser tu hijo, tu nieto. Tu ser más querido precisa ayuda. Estás
dispuesto a ofrecer lo mejor de ti para que estas muertes no vuelvan a ser
portada de un informativo. Atrás, en tu subconsciente, ocultarás porque ahora
queda mal, que temes a esos moros, a esos negros, hispanos o amarillos que
pueden poner en peligro tu trabajo y la supervivencia de tu prole; ahora los
que mandan pensar te venden que lo que antes era peligro para esta sociedad hoy
es caridad, tratando de esconder en una imagen una gran mentira manipulando a
conveniencia tus sentimientos. Actúan como los magos, dirigen tu atención hacia
un lugar mientras a escondidas de tus sentidos ocultan la verdad.
Poco objetivo me parece Al-Asad
para tanta campaña, hay quien por la vertiente económica opina que a Europa
bien le viene mano de obra barata que permita competir con Asia: opino que con
Asia y el mundo se competirá con tecnología y no con consumo barato, dicen
otros que todo es una cuestión de solidaridad con el refugiado, cosa que me
gustaría creer, pero por desgracia el mundo nunca rodó con esa premisa y ahora
desgraciadamente tampoco va ser así.
Cuando estos sucesos acaben y
dejen de ser noticia seguro que en lo que ahora es Siria no gobernará Bashar ni
es su lugar prosperará una democracia, lo mismo que Libia ha pasado de ser el
país africano con mejores standares de vida a convertirse en un estado fallido,
o un Irak gobernado por un tirano ha pasado de ser un país estable con libertad
religiosa a ser la cuna de lo que hoy se denomina “Estado Islámico”.
Y mientras Europa, en la inopia
del mundo happy flower, debatiendo si son galgos o podencos o si Eurovisión
será ganada por un perro amariconado vestido de flamenco; al tiempo que se le
cuelan por todas sus esquinas las hordas que hace casi 2000 años venían del
norte y ahora vienen del sur y este, esperando cual emperadores romanos
apoltronados en lo que semeja el declive del consagrado y venerado “estado del
bienestar”.
Y si, es políticamente incorrecto
decirlo, y si, es cierto que Occidente uso y abuso de los pueblos que hoy nos
odian; pero lo que ahora toca es: ellos o nosotros, sus hijos o los nuestros,
el caos o el progreso verdadero.
Seguro que es imposible
que esto quede en nada: los modelos
sociales, políticos o económicos se vuelven inestables con el paso del tiempo;
los grandes ciclos siempre se cumplen y es preciso estar preparado para cuando
esto suceda. Ellos lo saben y tratarán de llevar siempre las riendas.
Siempre ha sido así y por
desgracia siempre será: cuando toque y cuando ordene a quienes interese y
convenga.
Ojalá (Dios lo quiera en árabe) me equivoqué, y todo sea una cuestión de caridad cristiana y musulmana.
Neno Pucho.
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