Escribo desde el síndrome de la
abstinencia provocada ella por la visita inoportuna de esa tía que dice verte
bien, más debido a la anchura que van tomando tus “cacheiras” que por la
graduación de sus lentes. Ante tal presión y siguiendo las recomendaciones de
la OMS, he decidido abandonar momentáneamente el consumo de drogas legales sumiéndome
en el oscuro mundo de la abstinencia de azúcar, tabaco, café, pan, refrescos,
alcohol y bollería industrial; debo reconocer que tal lugar en duro de llevar,
son días en los que te pesan las piernas, la sensación de cansancio se acumula
y al cerebro parece que le falta un hervor para funcionar, más si uno vive
rodeado y asediado de tan salvajes tentaciones.
A falta de todas esas sustancias
que han hecho de mi existencia un lugar más llevadero, trato de reforzar mi
delicada autoestima sustituyendo el vicio por la virtud, si fuesen tiempos en
los que tal meta fuese alcanzada por hazañas bélicas o descubrimientos
trascendentes trataría de emprender batallas o conquistar lejanas tierras,
pero siendo fiel al hombre contemporáneo me conformaré con hacerme unos kilómetros en
mountain bike o cruzar a nado cualquier estrecho, retratando tan magnos logros en
mi cuenta de Facebook para gloria de mis tríceps y vanagloria de mi ego
marchito.
Por hoy lo vamos dejando, la
melancolía me invade y las frutas que me como apenas dan combustible para un
par de párrafos.
Menos mal que queda la música: Bantastic Fand se llaman, son del sur de España pero hacen rock americano y son buenos, muy buenos.... tanto que producen adicción.
Neno Pucho