VIVO EN SHAMELESS

Mientras escribo esta entrada observo por la ventana que tengo enfrente el barrio donde habito.

Si han visto la serie de tv Shameless entenderán que la descripción de la realidad es bastante semejante a la ficción.

Sin más les diré que hoy he visto al Frank de mi barrio apropiarse, tal cual un Pujol o un Rajoy, de un caldero entero del cefalópodo más popular de esta zona, todo ello a cambio de unas cuantas birras que sacien su alcohólico cuerpo, o quizás para conseguir unos euros con los que pagar a las mujeres que solo quieren dinero de él.

Existe por estas latitudes otras derivadas del personaje objeto de mi inspiración sabatina.

Por ejemplo, está el supuesto ex-capitán del ejército que malvive de una mísera paga con la que apenas puede pagar la cama donde descansar sus muchos huesos y pocas carnes después de haber finiquitado dos pares de botellas del tinto más barato que te puedas topar en el "super" más cercano.

O también tenemos al "tonto" con paga municipal de la cual viven él y 2 miembros más de su familia, y que cambia el llevarte la basura por un par de cigarros del tabaco más peleón o una copa de orujo que cicatrizaría dos operaciones de apendicitis.

No falta tampoco el jubilado enamorado de la camarera de tetas prominentes del bar del barrio, que a cambio de algún mimito es capaz de descargarte una furgoneta de mercancía con la vaga esperanza de que, uno de aquellos senos con los que sueña por las noches acaricien las arrugas de sus huesudas manos.

Ni tampoco escasea el vividor al cual tocó la lotería al enamorar a la rica del barrio, la cual solo exige su ración diaria de buen polvo como pago a todos sus caprichos.

Juguetean entre los personajes de esta "serie" los niños de la misma. Tan listos como abandonados por alguno de sus progenitores, tan inocentes como respetados por la fauna que los rodean.

Y droga?? también la hay: de la buena, de la mala, de la legal y de la ilegal. Si hasta he llegado a ver crecer en el tendedero de algún vecino plantas que no son precisamente los gladiolos con los que declarar el amor eterno a la concubina de turno.

Así que si cuando vean una serie por la tv, y piensan que todo eso es pura ficción, mediten a la vez lo que realmente es su vida. Igual llegan a la conclusión de que solo son actores de una tragicomedia televisada. Quizás le estén diciendo que vivir en Shameless también puede ser sinónimo de felicidad, y si no lo es: "Allá usted", en la próxima tirada igual tiene más suerte.

N.P.