La
foto publicada hoy en el Faro de Vigo me ha llevado a una “profunda”
reflexión. Una catarata de “deja vus” han brotado de mi mente,
trasladándola a un pasado reciente que algún iluso creyó
enterrado. El personaje retratado ha vuelto, con más años pero con
el mismo desparpajo y atractivo del que tuvo y aún retiene. Es ver
su retrato y evocar los años de esplendor de finales del siglo
pasado y unos pocos del presente en curso; su sola presencia hace
brotar el optimismo, el PIB, la beatiful people y si me apuran la
subida del precio de la vivienda o la facturación de las clínicas
de cirugía plástica.